En un ajuste de cuentas, mataron a balazos a Gustavo «Petaco» Barrientos
Se conocieron detalles del ataque en el que mataron en la tarde de este sábado a Gustavo Andrés «Petaco» Barrientos, exjefe de la barra de Patronato, y capo narco, que cumplía condena por un doble crimen. Tenía salidas socifamiliares. En noviembre quedaba libre.
Persiste la conmoción en la ciudad de Paraná y en la provincia de Entre Ríos por el brutal asesinato de Gustavo Andrés «Petaco» Barrientos, exjefe de la barra de Patronato, y capo narco, que cumplía condena por un doble crimen.
Vale señalar que en la siesta de este sábado, en su domicilio de Colonia Ensayo (a 15 kilómetros de Paraná, en el departamento Diamante), Petaco Barrientos estaba gozando una salida transitoria de la Unidad Penal de Paraná donde está cumpliendo su condena. El ataque se produjo entre las 15.30 y las 16, en momento en que “Petaco” Barrientos estaba con su esposa y a escasas cuadras de la estación de servicios YPF del lugar.
Análisis indicó que el ataque fue perpetrado por al menos siete personas, todas vestidas de negro y con pasamontañas, que actuaron de manera de certera y sin dudar un instante, ya que sólo le dispararon a Barrientos. Ingresaron raudamente y a los gritos a la casa donde estaba viviendo Barrientos (45 años) con su mujer, Verónica Martínez (43), ubicada en Ruta 11 Km 14, de barrio Cardales. En principio tumbaron el portón de chapa y luego reventaron la puerta de acceso y, a la vez, otros rompieron la puerta trasera. Tenían armas largas, pistolas y uno de ellos llevaba también un bate de sóftbol.
Se habrían hecho pasar por efectivos policiales y cuando reclamaron por la presencia de Barrientos, el jefe narco salió a su encuentro y fue recibido con numerosos disparos, de los cuales cinco impactaron en su cuerpo, provocándole la muerte de modo instantáneo. Casi todos los balazos impactaron en el torso de Barrientos y uno en la cabeza, según las primeras pericias.
Los detalles de la ejecución de petaco Barrientos estaban siendo analizados por la Policía, porque tenía cámaras externas e internas en la vivienda. En lo observado quedó claró que los autores tenían bien determinado los accesos a la casa, ya sea por delante o por atrás, por la forma que organizaron el golpe tipo comando para que no hubiera errores en el asesinato.
Los protagonistas del hecho llegaron y se fueron en una camioneta Toyota SW4, de color negra y vidrios polarizados, con patente de estos últimos años. Según se supo, la camioneta salió con destino hacia Paraná, por lo cual se montó un fuerte operativo policial en la zona, que incluyó hasta el helicóptero de la fuerza de seguridad, para dar con la camioneta, aunque en las primeras horas nada se supo de su existencia.
Barrientos quedó en medio de un charco de sangre dentro de la vivienda y su mujer tuvo que ser asistida porque se descompensó ante la trágica situación.
Un vecino de Colonia Ensayo, que escuchó los disparos, fue el que dio el aviso al destacamento policial del lugar, tras lo cual intervino personal de la Jefatura Departamental Diamante.
Las cámaras de video seguridad de la zona (varias de ellas funcionando desde hace pocos meses) serán clave para identificar alguna pista sobre el rodado en que se conducían los agresores.
¿Quién era Gustavo Andrés «Petaco» Barrientos..?
Gustavo Andrés “Petaco” Barrientos ganó su poder como jefe de la Barra Fuerte de Patronato. Ese rol ocupó desde que el rojinegro militaba en las ligas menores del fútbol argentino. Con los ascensos del club de Villa Sarmiento a las divisiones mayores, Petaco fue ganando poder.
Era uno de los grandes jefes narcos de Entre Ríos, por eso los investigadores su asesinato este sábado en Colonia Ensayo, a la siesta, tiene como principal hipótesis un ajuste de cuentas. Ahora el temor es que se produzca una escalada de ataques, por eso la Policía y la Justicia en alerta y tomando todas las medidas de prevención posibles.
Por el doble crimen fue condenado a 11 años de cárcel en 2015 y cursaba la parte final de la sentencia que estaba prevista que finalizará en noviembre de este año. En aquel momento, cuando fue condenado, Petaco Barrientos firmó el acuerdo de juicio abreviado, en el que aceptó la autoría del doble crimen, cuyo móvil se vinculó a la venta de drogas.
Por el doble homicidio simple en concurso real, se le impuso una pena de 11 años de prisión, que cumplió en las cárceles de Paraná, en el penal de Ezeiza, de Gualeguay, de Gualeguaychú y finalmente se encontraba nuevamente en la Unidad Penal N° 1 de Paraná en el tramo final de la privación de su libertad.
En diciembre del año pasado Gustavo Andrés «Petaco» Barrientos, había logrado la autorización por parte del Juzgado de Ejecución de Penas de Paraná, cuya titular es la jueza Cecilia Bértora, para cumplir con una serie reducidas de salidas familiares. En una de esas salidas, este sábado, fue ejecutado.
De Gualeguay a Ezeiza
El 28 de junio de 2017, “Petaco” Barrientos fue llevado, en horas de la madrugada y en el más absoluto silencio desde el penal de Gualeguay -donde se encontraba alojado-, hasta el complejo Federal de Ezeiza.
La medida la ordenó la Justicia, porque se estableció que, dentro de la cárcel, seguía organizando una asociación ilícita.
El Ministerio Público Fiscal pudo confirmar que el condenado, pese a estar preso, tenía los medios para seguir dando órdenes a los integrantes de su banda.
La causa que llevan adelante los fiscales de Paraná, derivó en la detención de un par de integrantes de esa banda, así como el procesamiento de otras 17 personas por el delito de asociación ilícita.
Barrientos fue alojado en el pabellón de admisión N°1 del complejo federal de Ezeiza.
Comida envenenada y celulares de alta gama
En noviembre de 2021, cuando cumplía su condena en la Unidad Penal 2 de Gualeguaychú, Barrientos protagonizó un llamativo hecho que puso en alerta al Servicio Penitenciario.
Cuando se estaba distribuyendo las viandas del almuerzo a los internos, “Petaco” Barrientos comenzó a los gritos para denunciar que se encontraba descompuesto y que lo habían querido envenenar.
De inmediato las autoridades dispusieron que fuera trasladado al área sanitaria, para luego llevarlo al Hospital Centenario, en medio de una rigurosa escolta de seguridad integrada por personal penitenciario y con el auxilio de la Policía Departamental de Gualeguaychú.
Ya en el hospital, Barrientos se negó a que le realizaran extracción de sangre y lavado de estómago por lo que nuevamente se lo llevó a la Unidad Penal. Las autoridades dispusieron su aislamiento en una celda individual con control visual estricto por el riesgo eventual de fuga del interno.
Por la tarde, Barrientos manifestó que quería radicar una denuncia en Fiscalía; por lo que fue nuevamente trasladado para que fuera recibido por el fiscal Mauricio Guerrero.
En la requisa que se le hizo a su pabellón (era el número 15), se encontraron varios celulares de alta gama.
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