Según el jefe de Salud Pública de Estados Unidos, el exceso de tiempo frente a las pantallas puede afectar negativamente el desarrollo del cerebro de niños y adolescentes.
Es sabido que exponer a los niños pequeños a las pantallas de los celulares, tablets o smart TVs, pueden generar efectos nocivos en el desarrollo de su cerebro, su vocabulario y su forma de interactuar con las demás personas. Lo cierto es que, recientemente, el jefe de Salud Pública de Estados Unidos, Vivek Murthy, publicó un informe llamado «Redes sociales y la salud mental de los jóvenes», donde no solamente se refiere a los de menor edad, sino también a aquellos jóvenes que pasan demasiadas horas consumiendo redes sociales.
Allí, el especialista advierte sobre el riesgo que puede representar para la salud mental de los niños y adolescentes el uso excesivo de pantallas, debido a que todavía se encuentran desarrollando su cerebro. De hecho, el documento señala la posibilidad de que el abuso de esto derive en cuadros de ansiedad, depresión e irritabilidad, por lo que insistieron en la necesidad de utilizar las plataformas con tiempos delimitados y promover en los jóvenes actividades por fuera de las pantallas.
De acuerdo a la psiquiátra Silvina Pedrouzo, el uso constante de las redes sociales por parte de los menores se da porque «se activa un sistema de recompensa con las interacciones en línea, donde las notificaciones, comentarios o sumar seguidores son un refuerzo positivo y esto genera la motivación de repetir la acción».
Con el dato de que el consumo de redes sociales por debajo de los 17 años es «casi universal», quien también es secretaria de la Subcomisión de TICS de la Sociedad Argentina de Pediatría indicó la presencia de «alteraciones visuales, dolores articulares, cefaleas y algunos síntomas vinculados al sedentarismo como sobrepreso o trastornos del sueño» en chicos que usan excesivamente sus smartphones.
«También se reportan cambios de humor, alteraciones de comportamiento, hiperactividad, fallas en la socialización, alteración de otras actividades, conductas de aislamiento y cuadros de depresión o ansiedad», sostuvo al mismo tiempo que señaló que «los adolescentes hacen un uso intensivo y prolongado de las redes sociales porque están en una etapa vulnerable, de muchos cambios, y buscan un ámbito de interacción lejos de la mirada de los adultos».
En este sentido, la psicóloga y directora del sitio Reconectarse, Laura Jurkowski, sumó la presencia del famoso FOMO (Fear Of Missing Out), que es el «miedo a perderse algo» o «quedarse afuera de algo», lo cual hace que los adolescentes estén permanentemente conectados a Instagram, TikTok, SnapChat, Facebook y Twitter, buscando aprobación constante.
Lo preocupante de esto, según la experta es que, al utilizar las plataformas, los jóvenes «empiezan a vivir una vida virtual y muestran una identidad que muchas veces no es la misma que en el cara a cara y puede derivar en aislamiento social».
Por esa razón, «es necesario promover las actividades offline, la actividad física, mantener equilibrio entre el sueño, pantalla y ocupaciones», indicó, al mismo tiempo que destacó la importancia de que los padres sean «un modelo, que no estén ellos mismos atrapados con el celular».
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