Quisieron hacer un asado en una plaza de Saavedra y la Policía se llevó la carne

Un video viral muestra el momento en que dos oficiales de la Policía de la Ciudad se llevan una parrilla con carbón, carne y todo por una denuncia anónima.

«¡Chorizos, son unos chorizos!», le dijeron los vecinos a los oficiales de la Policía de la Ciudad esta semana, cuando levantaron la parrilla que había sido emplazada en una plazoleta de Parque Saavedra.

La secuencia fue registrada por alguien del grupo de 30 personas que se había reunido en una plazoleta sobre la avenida Ruiz Huidobro entre Goyeneche y Holmberg, frente a la escuela de percusión «La Chilinga», donde también funciona un comedor popular.

Fuentes policiales dijeron en declaraciones televisivas que un vecino llamó al 911 por el evento -una treintena de personas haciendo asado en medio de la calle-, y que el episodio rompía el artículo 85 del Código Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires.

En el caso judicial interviene la Fiscalía Flagrancia Área Norte, cuyo titular es Eduardo Mora, desde donde se impartió la orden de secuestrar la parrila, las brasas y dos kilos de carne que ya estaban cocinándose cuando llegaron los efectivos policiales.

Una mujer que presenció el operativo afirmó que «a la comida le tiraron con un matafuego y la pusieron en una bolsa, jamás tuvieron intención de devolverla o buena predisposición para solucionar el problema, generando aún más disturbios» que la reunión social denunciada.

Las autoridades devolvieron la parrilla a las pocas horas de secuestrarla pero la carne fue enviada a Bromatología. Lo que quedó como prueba fue el video que se hizo viral.

La mujer, que forma parte de «La Chilinga», explicó que «casi todas las noches hay grupos que ensayan» en el galpón sobre avenida Ruiz Huidobro y que el asado del viernes fue «para festejar algunos acontecimientos», y no algo habitual.

«Lejos de hacer lío, estábamos muy tranquilos esperando que se haga la comida que estaba en la parrilla cuando cuatro agentes de la Policía de la Ciudad se acercan de muy mala manera para decirnos que hubo una queja de un vecino o vecina por el humo y que debíamos terminar con la actividad», relató.