Soberano San Expedito,
tú que eres el guerrero santo, el fiel servidor de Dios.
Tú que eres el Santo de los afligidos,
El Santo de los casos urgentes;
dame de tu protección, auxíliame,
dame de tus virtudes y fortaléceme con
coraje, valentía, calma, serenidad y fuerza.

Atiende mi suplica
(Realiza tu petición con fe).

Soberano San Expedito,
ayúdame a superar estas complicadas circunstancias.
Cuídame de toda amenaza, de todo peligro,
de personas y espíritus que busquen dañarme,
cuida a mi familia, amigos y hermanos.

Atiende mi suplica prontamente.
Trae a mi ser y mi hogar nuevamente la paz,
que un día nos dio tranquilidad para vivir.

¡Soberano San Expedito!
Te doy gracias eternamente, siempre te alabaré
y esparciré tu nombre entre todos los que desean alguien como tú,
un santo que oiga y atienda con urgencia.

Amén.