River ve una Copa y se transforma en insaciable. Ya sea la Libertadores o la Argentina, no hace distinciones. Quiere pelear en todos los frentes y Marcelo Gallardo lo dejó en claro al poner en cancha al equipo titular, más allá de la proximidad del trascendental y esperado duelo ante Boca.
¿Arriesgado? Sí, porque siempre está latente la posibilidad de una lesión, pero también le servía para darles rodaje a los futbolistas que estarán en la Bombonera (el viernes, ante Arsenal, por la Superliga, seguramente alistará a mayoría de suplentes).
Almagro ya se había dado un gusto grande en esta Copa, al eliminar a Boca por penales, pero no pudo ante el Millonario, que ganó 2-0, pudo haber ampliado la distancia y hasta gozó con ver en acción otra vez a Juanfer Quintero y a Ponzio…
¿Cómo frenar a este River?, parece ser la pregunta que se hacen tanto los entrenadores como los jugadores. Y Almagro, que venía de eliminar el lunes a Talleres de Córdoba, habrá planificado una estrategia para contener y hacerle frente.
Claro que, en 6 minutos la estantería se vino abajo, porque River llegó y convirtió. Tras una acción con varios toques rápidos y en velocidad, Palacios se la dejó «muerta» a Ignacio Fernández en el borde del área. Nacho reventó el travesaño y Borré, atento, la mandó a la red para el 1-0.
Era el empate y todo Almagro lo lamentó, porque no es tan sencillo crearle una situación tan clara a River. Algún aporte del Burrito Martínez y de Wilches no le alcanzaban para inquietar.
Los encuentros entre Nacho Fernández, De la Cruz y Palacios, más los aportes de Enzo Pérez, Borré y Scocco, y las trepadas de Casco, trasnsformaban a River en el dueño de las acciones, aunque sin poder ampliar la distancia.
A Almagro todo se le complicó aún más antes del minuto del segundo tiempo, con la roja a Arrechea, cuando Borré se iba derechito a marcar el 2-0. Un gol abajo y 10 contra 11, el Tricolor tenía por delante una hazaña…
Hazaña que Scocco desestimó a los 12, al definir con un toque ante Limousin luego de que Nacho se la picara en un pase. 2-0 y a adivinar por cuánto ganaría el equipo del Muñeco…
Y como para que Almagro padeciera en vez de disfrutar, Gallardo mandó a la cancha a Pratto, a Quintero y a Ponzio… Limousin volaba para impedir más goles (le sacó 2 a Juanfer) y River estaba cerca del tercero, que no llegó, pero dio otra demostración de buen fútbol y de querer ir por todo. Tiene con qué…
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